Amar a un extranjero es el evocador título del no menos evocador nuevo libro de Agustín Calvo Galán (Barcelona, 1968) con el que ha ganado el XI Premio César Simón de Poesía.
Normalmente creemos que es más fácil escribir sobre lo que amamos, pero no es así. Me parece heroico el ejercicio de meterse en la piel de su admirada Gabrielle Münter para contarnos sus cuadros, su vida, en varias dimensiones: la del que es, la del que está y la del que mira.
Ojalá yo no quisiera tanto a Agustín para saber decir más y mejor. Aunque creo que este libro habla por sí solo.
El cielo se ha cubierto,
la luz se ha cubierto,
los tejados son cielo y luz, al raso,
los frutales son cielo y luz al raso y tejen palabras.
La canción, el trueno, las gotas de lluvia.
Si miras hacia el otro extremo, un sol cierto
lo desmiente.
Llueve desencadenando la tierra,
torrencial estío que levanta raíces
y agacha las cabezas, los ramajes
y deseca.
La noche es la única imprecisión
que sostiene el universo.
(de Amar a un extranjero Ed. Denes, 2014)