Yo también me confieso atea. Atea y antiaglomeraciones, se llamen Semana Santa, Feria, Concierto de U2 o Día de la marmota. Mi reino no es de este mundo superpoblado.
Acabo de escuchar tu pregón mientras hacía penitencia en la cola de la caja 5 y se me han escapado dos ¡Oles! La señora que estaba delante me ha mirado con ojos de Judas.
Reconozco que te guardaba cierto rencor por no invitarme nunca a tu programa: me negaste tres veces. Incluso intenté que Josemari intercediera por mí. Nada. Pero hoy, entre olivas y otros aperitivos, me he hincado de rodillas, me he reconciliado contigo. Como si fuera El Rico, te perdono.
Desde aquí, mi más ferviente admiración.
https://www.youtube.com/watch?v=rRsnMPaZL20