Eso cantaba Pablo Milanés, creo recordar.
Me paro en el semáforo y oigo: "Mira, un ladrón menos". Otros asienten a su alrededor. Alguien ha muerto. Algunos parece que se alegran. Y pienso que, efectivamente, la vida no vale nada si te van a recordar así.
Qué desperdicio, ¿no?