y como si se hubiera prometido algo
él también, diego
escribe este libro dedicado a su padre
no creo que hubiera promesas
no creo que hubiera palabras/recomendación alguna
por parte de diego medina (padre) para su hijo
igual que dejaba libros, como quien no quiere la cosa
en la estantería del cuarto de baño
fue dejando vocación/actitud
qué inteligente, ¿no?
y diego, que ha heredado eso y más
esa mirada casi orgullosa en la foto
el casi orgullo que nos da el dolor
(condecoración que preferiríamos no lucir)
escribe desde los pulmones
con aire / sin aire
este mar de iroise
(que bien podría haberse llamado rebote en iroise)
debo arrancarme esa piel
que ya dejó de ser mi compañera
dice, como si se hubiera hecho hombre de repente
la tiniebla de ser hombre, dice
aquel niño que aguantaba a los amigos de su padre
aquel niño que no escapaba a jugar con otros niños
aquel niño curioso que absorbía no sólo el humo
y ahora deja caer la piel impregnada
y camina dejando sus propias huellas
en este cruel paseo
en el que andar de espaldas a la vida
diego medina (padre) sabía que ni hay plano del tesoro
ni los sueños se pueden dejar en herencia
monedas de chocolate que descompone el verano
la soledad del verano
la soledad de las noches, el miedo
porque no todo fueron risas
sólo puedo decirte, si es que has llegado a pensarlo
que este libro no llega tarde
ahora sé que tu padre posaba
con gesto tremendamente orgulloso
vislumbrando estos poemas y todos los que vendrán
nunca tengas miedo, nunca te sientas solo
tu mundo está en el aire con el suyo
revuelto en el vientre de los pájaros
puedes dormir tranquilo
"bue bue bue"
(Estas palabras sirvieron de acompañamiento a la presentación de este precioso y emotivo libro en el Centro Cultural Maria Victoria Atencia de Málaga, el 2 de febrero de 2018)