Recibo un masivo pidiéndome que advierta, urgentemente, que la fenilpropalamina puede producir infartos cerebrales y que esta sustancia está en los antigripales. Entre quienes han reenviado ese mail hay dos doctoras de dos hospitales. No sé si me parece bien advertir a la población en mails reenviables, pero ese es otro tema. En ese mail se preguntan si no serán los antigripales los que causan tanta muerte súbita en los jóvenes. Veo tatuajes. Veo pastillas de colores desvaídos rulando de aquí para allá. En mis tiempos, ay, los más osados enredaban una hebra de plátano a cigarrillo. No creo que la peor química que puedan llevarse al cerebro los jóvenes de ahora sean los antigripales. Mi amigo Ker se hizo un viaje de miedo con un sedante para perros. Y no va a volver. Y qué generación más rara de viejos tatuados, los que lleguen, vamos a tener. Ay.