yo no sé si mi amigo ferran sabe
que tengo prohibido llorar por prescripción médica
es que no dreno,
diría rocinante
"guía del odio", ha titulado a su último libro
y con razón
ahora mismo odio al poeta ferran fernández
por haberme obligado a inhalar fuorato de fluticasona
para poder seguir respirando sin que me duela
yo era dura, yo no lloraba ni a martillazos
y, ahora, si leo:
cuánto dolor
contiene la felicidad
se me cae el lagrimón a los pies
metafísica estás,
diría babieca
anoche, a vuelaojo, le dije a ferran
"estos poemas no parecen tuyos",
me equivoqué
el dolor, la soledad, el amor, el dolor otra vez
y su vuelta de tuerca,
su espiral nubeperrocerdocentrífugo que te lanza
como en el juego del látigo, lejos de todo
para volver al punto de partida
de cero
de casi cero
corro y corro
para dejar atrás
todo lo que habría de ser
pasto del olvido
pero sólo voy acumulando
razones para la melancolía
ay, ferran, no sigas
la nave se hunde
y yo permanezco a bordo
contemplando la irrepetible belleza
del naufragio
y digo naufragio y recuerdo el día en que leí
"la tapia amarilla" de fernando luis chivite
supe que aquel libro guardaba un poema,
un libro entero de poemas
lo escribí, lo titulé "ahora"
ahora, leyendo "guía del odio"
he sabido que el poema que comienza:
a veces el corazón
se niega al dolor
contiene otro libro
que escribiré y titularé "después"
lo mejor de un libro no son sus poemas
ni el dejar libres las fosas nasales hasta el hipotálamo,
lo mejor de un libro es que nos arrastre
a lugares que no sabíamos que existían
como mi padre quería
que yo de mayor
fuese ingeniero
en mi quinto aniversario
me regaló un caballo
de vapor
todavía lo conservo
ay, ferran, sigue
"Guía del odio" de Ferran Fernández
Ediciones de la Isla de Siltolá. Sevilla, 2011.