Hay quien le teme a los encuentros poéticos. Yo los necesito porque soy curiosa y porque estoy viva. Si algún poema no tiene que ver conmigo siempre puedo cerrar los ojos y contarme los dedos de las manos como decía Janis Joplin. Algunas veces el milagro. Vuelvo de Moguer, de Voces del extremo, y necesitaré aún dos días para reponerme. Eché en falta a Begoña Paz y a Pura López. Eché en falta a Agustín Calvo Galán y a Juan Pardo Vidal. Pero siempre hay afinidades (electivas) y esta vez, entre otras, me traigo a Teresa Sebastián, que sabe descalzarse, que sabe respirar. Aquí os la dejo.
(Por cierto, la casaca fue para Inma Luna, más grande y luminosa que nunca.)
www.teresasebastian.com