Dice el María Moliner: "Santo: se aplica a algo que produce un efecto muy bueno o maravilloso". Fernando Sanmartín vino a leer a Málaga. En unas horas se llevó la arruga vertical de mi frente y me dejó, a cambio, el estómago lleno de murciélagos felices. No hay documento gráfico del bien que nos hizo el lunes pasado, pero sí hay en San Youtube una lectura de 2010. Lo bueno de los santos es que da igual el tiempo que pase: quedan fijados en sus estampitas para siempre. Como muestra, este milagro: