Antes de que el último modisto apostara con su perro "¿Que no se van a poner pijama para salir a la calle?", las mocitas de Málaga (casi-capital cultural 2016) ya llevan años luciéndolo en la pasalera de estas nuestras aceras. Mi madre, asidua a lo que ella llama su club social (esto es, la panadería de Anita) dice que van en pandilla y maquilladas. Huelen a gloria, añade. Pijama, calcetines gordos, zapatillas sin talón y bata. Todo a juego. Mi madre dice que son pijamas de salir porque uno para dormir acaba poniéndose cualquier cosa, y ellas van muy conjuntadas. Nadie me cree cuando lo cuento más allá de Despeñaperros. Ahora hay un documental. Sí, mamá, las batas de pirineo están muy bien, pero, los días de terral, ¿qué van a ponerse?