Los 15 días serán 30. A pesar de estar bien en casa y de no ser capaz de sentir miedo, noto la lava de mi estómago endurecida. Cada vez que pienso en los amigos que están en sus casas con sus hijos (más un ERTE) sin saber si volverán a trabajar, centrifugo piedras afiladas. Por lo demás, estar en casa es bien (como diría Ibán Ramón). Sólo me subo por las paredes cuando cada día en algunas cadenas dicen: "200 nuevos infectados". No. Llevamos 10 días en casa. Serán 200 nuevos positivos que se infectaron hace 7 días. Si siguen diciéndolo mal pensaremos que estar confinados no sirve para nada. Pero no creo que corrijan, como tampoco corrigen cien por cien (en vez de decir cien por ciento), o se prevee. Esta noche lo gritaré desde la terraza: ¡Vecinos, el verbo preveer, no existe! Me aplauden fijo.