buenos días


Yo, tan anárquica (dicen), llevo años reivindicando ciertos protocolos. Por ejemplo, seguir pidiendo las cosas por favor, y dando las gracias, a esa persona con la llevamos viviendo más de 30 años a pesar de oírla roncar o escupir después de cepillarse los dientes.

Seguro que ya lo traía en el ADN (nada se es si no se ha sido) pero cuando, hace años, vi la película Buenos días de Ozu esa constelación de genes protocolarios despertó.

Isamu y su hermano se ponen en huelga de silencio hartos de sus padres: saludar a los vecinos cada mañana, hablar del tiempo, comentar lo obvio.

Palabras sanadoras. Solo dos palabras.

Ahora leo que no estaba tan equivocada. Gracias, Ana Carrasco-Conde.




propuesta: 11 de marzo, día internacional del padrino búfalo

(11 marzo 1922-2 noviembre 2009)

No comprendo que haya un día internacional de la alita de pollo (29 de julio) o de la camisa arrugada (20 de diciembre) y todavía no haya un día nacional (como mínimo) del padrino búfalo.

José Luis López Vázquez, grande entre los grandes.

rojo-dolor, antología

(Ana Castro radiante, el dolor va por dentro)


(Publico atento con mar de fondo)

¿De qué color es para ti el dolor?

Recuerdo cuando mi padre me habló de que había rojos fríos y cálidos. No es lo mismo el rojo-magenta que el rojo-carmín, dijo.

Para Ana Castro el rojo-dolor no se parece a ningún otro. En esta antología deliciosamente editada por Christina Linares en Renacimiento, poetas desde Rosalía de Castro (1837) a Marina Carretero Gómez (1985) nos hablan de su dolor sin tapujos.

Hay que visibilizar el dolor, dijo Aurora Luque en la presentación el libro. Fue el pasado día 9 de marzo en el Museo Rando, dentro de las actividades del MAF 2022.

Visibilizar sin victimismo lo que ocurre dentro de nuestros cuerpos. Sólo así seremos cada vez más fuertes.

Si sientes dolor, recuerda dos cosas: Ningún dolor es para siempre y no estás sola.

caja de las bestias de begoña paz


Es posible que me repita, pero me da igual.

Vuelvo a leer en edición bilingüe (con collages de la autora) Caixa das bestas/Caja de las bestias (Ed. Baile del sol, 2020) y ha sido como la primera vez.

Begoña Paz enorme en estos poemas. Ojalá supiera contar cómo me rompe por dentro, cómo entra por pasillos de mi ADN que no sabía que estaban.

Una maravilla de libro completamente alejado de cualquier moda, de esa competencia muy siglo21 de querer mostrar ingenio, de aparentar, de. Ahí está ella, desnuda, como siempre, abierta para quien quiera entrar en sus mundos. Porque Begoña Paz no tiene mundo, tiene infinitos menos uno. El límite antes del no límite.

Qué envidia escribir así, arrojándose, sin queja, dignamente.