1 de mayo: ya que no podemos salir con banderas, salgamos con piscinas

(felicidad inflable)
Hoy, por primera vez en toda mi vida (que yo recuerde), sonaba claramente una canción en un sueño. He soñado en blanco y negro, en otros idiomas (algunos inventados), pero, música, nunca. Tan asombroso ha debido de parecerle a mi subconsciente que me he despertado de buen humor, dejándome en la ducha la tristeza y el dolor de estos días atrás.

Al tender las toallas he visto a los niños de abajo bañándose en un balde y me he acordado de que tengo una piscina inflable. La he inflado y se la he bajado. Los ojos de los niños cuando preguntan. No hay nada mejor. ¿Nos la prestas? No, pa ti pa siempre. Quiero esa luz en la cara de un niño pa mí pa siempre. Su madre se llama C. Llevamos 20 años viviendo a 50 metros y nunca habíamos hablado. ¿Cuando durarán estos pequeños cambios que nos ha "regalado" el dichoso Covid-19.

Por cierto, me niego a cambiar a estas alturas el género del nombre virus. Para feminizar lo malo qué rapiditos somos, ¿no?