charles simic: bye bye love, bye bye happyness

(Belgrado, 9 mayo 1938 - Dover, 9 enero 2023)

"Es el afán de irreverencia, más que ninguna otra cosa, lo que me condujo inicialmente a la poesía. La necesidad de ridiculizar la autoridad, de romper tabúes, de celebrar el cuerpo y sus funciones, de asegurar que uno ha visto ángeles al mismo tiempo que afirma la inexistencia de dios. Pensar en la sola posibilidad de mandarlo todo a la mierda me hacía rodar por el suelo de alegría."

(El monstruo ama su laberinto Vaso roto, 2015)